En los años del florecer de su juventud, la cantante ancashina ‘Pastorita Huaracina’ participó del Gran Festival de la Canción de Huánuco, encandilando a los asistentes con la interpretación del huayno “Huánuco primaveral”, en los ambientes del recordado coliseo Kotosh en el valle del Pillco.
El Perú es un país no solo de todas las sangres, sino también es un país de todas las músicas. Diferentes ritmos y sonidos se han compuesto para expresar angustias, alegrías y pesares. Huánuco, no solo tiene fama por las bondades de su clima, sino también por sus buenos músicos, ya que de este valle es el ilustre músico Daniel Alomía Robles, compositor de la universal melodía “El cóndor pasa”.
Desde la década de los 70’ y 80′, se organizaba en el valle del Pillco, el reconocido “Gran Festival de la Canción de Huánuco”, evento musical al que se daban cita entre nóveles y reconocidos músicos del Perú y la América mestiza. Estos festivales se organizaban en el marco de las celebraciones por el aniversario de fundación de la Ciudad de los Caballeros de León y se desarrollaban en los ambientes del recordado coliseo Kotosh.
En una de esas inolvidables ediciones, particularmente en la edición del festival de 1980, participó la otrora joven María Dictenia Alvarado Trujillo, conocida en el ambiente musical como la “Pastorita Huaracina” quien años después se convertiría en la representante mayor del huayno del Perú, llegando incluso a cantar y enamorar con su melodía a la siempre huraña nación de Corea del Norte.
En el gran Festival de la Canción de Huánuco, la Pastorita Huaracina interpretó el conocido huayno huanuqueño «Huánuco primaveral», de la composición de Abel Gómez Leiva, con arreglos de Pepe Hernández y la dirección musical del recordado maestro Peter Delis. El presentador del evento fue el polifacético maestro Edmundo Panay Lazo, quien en esos años era figura indiscutible en la potente señal de Radio Onda del Huallaga.
