A él, quien juntó mis pedazos sin saberlo

Vagaba por la tierra, yo el ser más incrédulo, hasta que conocí al ser humano más bonito del mundo. Él no lo sabe, pero más de una vez me ha ayudado a juntar mis pedazos. Una mañana de abril lo conocí, y digo conocí; porque antes de este día ya lo había visto, ya nos habíamos saludado, pero aquella mañana de abril, fue el inicio de la amistad más bonita que jamás he tenido en la vida.
Jahel BernardoHace 2 años159 min

Vagaba por la tierra, yo el ser más incrédulo, hasta que conocí al ser humano más bonito del mundo. Él no lo sabe, pero más de una vez me ha ayudado a juntar mis pedazos. Una mañana de abril lo conocí, y digo conocí; porque antes de este día ya lo había visto, ya nos habíamos saludado, pero aquella mañana de abril, fue el inicio de la amistad más bonita que jamás he tenido en la vida. Aquel día aún no sabía que unos meses después, empezaría a creer en las almas gemelas. Él con sus travesuras de niño y su sonrisa traviesa, me tomó de la mano y me ayudó a transitar una de las épocas más oscuras de mi vida; él no lo sabe, pero en muchas ocasiones fue el motivo de mis alegrías. Los días pasaron, la confianza entre nosotros creció y el cariño también. Algunos años después me di cuenta de lo mucho que cuidaba de mí en aquel entonces y supe que el sentimiento era mutuo.

Leyendo a Platón empecé a creer en las almas gemelas, escribió que alguna vez los seres humanos tuvimos cuatro brazos, cuatro piernas y dos caras, pero que Zeus castigó nuestro orgullo partiéndonos por la mitad y que desde entonces estamos condenados a caminar por la tierra buscando a nuestra otra mitad. Algunas culturas en la india sostienen la idea que algunas personas tienen una conexión kármica con ciertas almas y que están condenados a reencarnar hasta cumplir ese karma y será solo entonces cuando volverán a ser esencia, la misma de la que está hecha el universo.

Estarás condenado a vagar una y otra vez por el mundo hasta que puedas reencontrarte con esa persona, tu alma gemela, tu otra mitad. Y si, suena romántico, encontrarte con esa persona que resulte ser tu complemento, con quien puedas pasar el resto de tu vida; pero yo no hablo desde ese punto de vista, sino del hecho de encontrar a ese ser que en los días de caos te genera paz y en los días de tormenta, calma. Y no necesariamente debes estar con esa persona o pasar el resto de tu vida junto a él o ella, sino, precisamente al hecho de que no importa si están juntos o separados, se encontraron y es lo único que importa. Tampoco estoy hablando sobre el “vivieron felices para siempre” o al menos no del “juntos para siempre”, porque cuando lo conocí él ya tenía una familia y me ha contado lo mucho que  ama a su familia. Lo nuestro nació como amistad y morirá como tal, cada quien tiene su propio camino, parte de ella lo hemos recorrido juntos, cada uno de acuerdo a sus circunstancias, pero juntos.

Creo en las almas gemelas, pero no desde el lado romántico o porque tenga la creencia de que estamos destinados a estar juntos, sino, precisamente porque no necesito que estemos juntos para saber que siempre que lo necesite, él estará ahí y no porque yo lo haya buscado o llamado, sino porque la vida conspira para que ambos decidamos ir al mismo lugar en el momento y hora indicada. En cada una de las ocasiones que he necesitado de sus juegos de niño y su sonrisa traviesa, la vida ha conspirado para encontrármelo en el lugar menos pensado.

Hace algunos años atrás nos separamos, dejamos de comunicarnos por un tonto mal entendido, pero cuando retomamos la comunicación parecía no haber pasado el tiempo o las circunstancias, podíamos seguir siendo los mismos amigos de siempre. Él día que perdí a papá, sin él saberlo estuvo ahí, él día que me rompieron el corazón y decidí viajar, me lo encontré en el bus camino a la nada. Así en cada ocasión que necesité juntar mis pedazos, él estuvo ahí, pero no porque buscara ese encuentro, sino porque por alguna extraña razón siempre coincidíamos.

Él no lo sabe, pero sé que lo sospecha y sé que también ha sentido esa extraña conexión entre ambos. El cariño siempre fue genuino y jamás tuvimos la necesidad de compartir un juntos para siempre, sé que él es feliz donde esta y soy feliz por él, pero también sé, que sin pedirlo y sin buscarlo, cuando la vida se torne gris, él estará ahí. Posiblemente el no estar juntos y el no tener la necesidad de estar juntos es lo que me lleva a pensar en que, en esta vida, tuve la oportunidad de conocer a mi alma gemela. Alegra mis días y me da paz, eso es suficiente para mí, estoy convencida que para él también.

Jahel Bernardo

Mujer, aunque debí ser machito y vivir como Bukowski. Amante de la lectura, las rosas y chocolates. Odio los domingos deshabitados y al mundo -eso es lo que suelo decir- aunque siempre voy por el mundo con el corazón en la mano.