Vivir ciertamente tiene sus etapas, momentos en los que nos sentimos pequeños y débiles, otros donde creemos que tenemos toda la fuerza y el poder del mundo en las manos, así como otros miles de momentos que se agazapan en algún punto entre estos extremos, cada una de ellas va nutriendo dentro de nosotros una conciencia más sabia, o por lo menos eso pareciera a medida que pasa el tiempo