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Jahel Bernardo, autor en Heraldo 21

Mujer, aunque debí ser machito y vivir como Bukowski. Amante de la lectura, las rosas y chocolates. Odio los domingos deshabitados y al mundo -eso es lo que suelo decir- aunque siempre voy por el mundo con el corazón en la mano.
El suicidio por depresión posparto es real

Gritó, lloró, suplicó cariño, atención, apoyo o cuidados; pero no recibió nada de ello, así que poco a poco fue cayendo más y más en la depresión. Aun atravesando todo ello, siempre trató de brindarle los cuidados necesarios a la pequeña. En medio del dolor, la niña fue su lazo a este mundo y la única razón de aún seguir en este mundo. Durante los 6 meses que le tocó vivir con el padre de la niña, fue maltratada psicológicamente, recibía gritos, minimización, incluso tuvo que atravesar violencia económica, muchas amenazas de abandono o de quitarle a la niña, alegando inestabilidad emocional; pero lo que ella estaba atravesando se llama “depresión posparto” y es real, y puede llevar al suicidio si no es tratado a tiempo.

A él, quien juntó mis pedazos sin saberlo

Vagaba por la tierra, yo el ser más incrédulo, hasta que conocí al ser humano más bonito del mundo. Él no lo sabe, pero más de una vez me ha ayudado a juntar mis pedazos. Una mañana de abril lo conocí, y digo conocí; porque antes de este día ya lo había visto, ya nos habíamos saludado, pero aquella mañana de abril, fue el inicio de la amistad más bonita que jamás he tenido en la vida.

A Diego

Un domingo más  que  termina  e  increíblemente  este  no  es  un  domingo  gris,  fue  un  día interesante y hasta feliz se podría decir. Nada mejor que el amor de tus pequeñas primas para convertir el día más odiado en uno aceptable. En muchos instantes del día los demonios  quieren  controlar  la  situación,  pero  orgullosa  puedo  decir  que  los  regresé  al infierno del que intentaron escapar. Al finalizar el día, buscando leer, encontré las letras de una canción, he aquí una frase: “Buscando otro cuerpo, otra voz, fui consumiendo infiernos para salir de vos, intoxicado, loco y sin humor…”  – Bersuit Vergarabat.

Entre ambulantes y municipales

Estoy segura que al igual que yo, muchos huanuqueños agradecemos que las calles de la ciudad se encuentren libre del comercio ambulatorio, nos facilita el libre tránsito; Sin embargo, para realizar tal actividad es necesario elaborar un plan de reubicación. ya que muchas de estas personas viven de la venta diaria, es su única actividad económica y dependen de ello para la subsistencia de su familia.

Un beso al cielo, Papá

Papá, si pudiera verte una última vez, te diría lo mucho que te amo, te abrazaría fuerte, te pediría perdón y te diría que te perdono por todo. Te diría gracias. Gracias por las sonrisas, los abrazos, el cariño, los cuidados, por la vida. Si pudiera volver a aquella última vez en la que te vi, me quedaría un minuto más, abrazándote. Me tomaría mi tiempo para despedirme. No sabes la falta que me haces, pero te prometo que cada día me esfuerzo por seguir adelante, para no paralizarme y ser una valiente mujer. Un beso al cielo, Papá.

Dos veces víctima

La primera, es sencillo de identificar, porque se da en el momento del daño o perjuicio, pero la segunda es más difícil, porque muchas veces se da de manera sutil, y viene de quienes deben brindarte la ayuda necesaria, o de la sociedad que está acostumbrada a mirar en los demás lo que fallan en si mismos.

No te estoy haciendo nada

Alguna vez alguien tan cercano, como la persona que amas y dice amarte, te alzó la voz, te gritó o te dijo palabras hirientes, tan hirientes que terminaste rompiendo en llanto y después preguntó: ¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras? Y cuando dijiste que llorabas por la forma en cómo te estaba tratando, terminó diciendo: “no te estoy haciendo nada”. Esta situación sucede incontables veces y terminas por creer que es normal y que no está pasando nada en la relación.