A él, quien juntó mis pedazos sin saberlo
Vagaba por la tierra, yo el ser más incrédulo, hasta que conocí al ser humano más bonito del mundo. Él no lo sabe, pero más de una vez me ha ayudado a juntar mis pedazos. Una mañana de abril lo conocí, y digo conocí; porque antes de este día ya lo había visto, ya nos habíamos saludado, pero aquella mañana de abril, fue el inicio de la amistad más bonita que jamás he tenido en la vida.