En una noche de ocio, entre las charlas rutinarias con una colega, conversamos sobre libros en la cual pedí una recomendación, y amablemente me indica y comparte el escrito del psicólogo Walter Riso, “desapegarse sin anestesia”, este ejemplar literario sirve mucho de inspiración para enriquecer el tema de apego emocional y, sobre todo, nos enseña cómo podemos liberarnos de las dependencias emocionales de una manera consciente y saludable para nuestro bienestar.
Este libro, escrito con un lenguaje claro y accesible, nos ofrece una perspectiva misteriosa sobre la naturaleza del apego emocional y cómo puede afectar nuestra vida cotidiana. A través de sus páginas, Riso nos sumerge en un viaje hacia el autoconocimiento y la autorreflexión, animándonos a explorar las diferentes formas en las que nos aferramos a personas, objetos o deseos, impidiéndonos experimentar la verdadera libertad y bienestar emocional.
Riso argumenta que, en muchos casos, las personas se atan a relaciones tóxicas por temor a la soledad o al rechazo, sacrificando así su propio bienestar y felicidad.
El psicólogo sugiere una serie de prácticas que pueden ayudarnos a desamar estos apegos y liberarnos de su influencia negativa. Estas prácticas inculcan habilidades importantes que nos permiten mejorar nuestra relación con nosotros mismos y los demás, fomentando nuestra independencia emocional y bienestar. Una de estas prácticas consiste en aprender a disfrutar de la soledad. Esto implica encontrar la satisfacción y el enriquecimiento personal en momentos de tranquilidad y estar en armonía con uno mismo. Descubrir la belleza de la soledad no significa aislarse de los demás, sino más bien apreciar la oportunidad de conectarse internamente y cultivar una relación amorosa con uno mismo.
El objetivo es ayudar a las personas a liberarse de ataduras emocionales y enseñarnos a reconocer los apegos negativos de manera consciente y progresivo. Mediante la propuesta por Riso, podemos adquirir habilidades emocionales clave que nos ayudarán en este proceso. En primer lugar, es fundamental aprender a identificar cuándo un apego se convierte en una carga emocional que nos impide desarrollarnos y avanzar en nuestra vida cotidiana. Para lograrlo, debemos ser conscientes de nuestras emociones y de cómo nos afecta. Debemos ser capaces de reconocer cuándo un apego nos está limitando, estancando o impidiendo aprovechar nuevas oportunidades. Este reconocimiento es el primer paso para liberarnos de esos apegos negativos. Una vez que somos conscientes de su presencia, podemos trabajar en su desapego progresivo. Esto implica tomar decisiones y acciones que nos ayuden a soltar el apego y permitirnos seguir adelante.
Algunas de las habilidades emocionales clave que podemos desarrollar en este proceso incluyen la autorreflexión, la aceptación, la empatía, el perdón y la resiliencia. La autorreflexión nos permite examinar nuestros propios pensamientos y emociones, y entender cómo influyen en nuestra vida. La aceptación nos ayuda a aceptar los cambios y las situaciones difíciles que pueden surgir al liberarnos de los apegos. La empatía nos permite comprender y conectarnos con las emociones de los demás, lo que puede facilitar el proceso de liberación de los apegos. El perdón nos ayuda a soltar el resentimiento y el dolor asociados con los apegos negativos, permitiéndonos seguir adelante sin cargas emocionales innecesarias. La resiliencia es la capacidad de recuperarnos y adaptarnos a los desafíos de la vida, lo cual es fundamental en el proceso de liberación de los apegos.
Otra práctica sugerida por Riso es aprender a estar bien en nuestra propia compañía. Esto implica desarrollar una relación de amistad y aceptación con nosotros mismos, valorando nuestra propia compañía y encontrando satisfacción en nuestras propias experiencias. Al aprender a estar bien en nuestra propia compañía, nos liberamos de la necesidad constante de buscar validación externa y encontramos seguridad y comodidad en nuestra propia presencia.
En resumen…
“Desapegarse sin anestesia” se puede comparar con arrancar una tirita de la piel rápidamente, como si fuera una sensación dolorosa, pero necesaria para permitir que la herida sane correctamente. En este sentido, Riso propone que las personas adopten una actitud valiente y decidan enfrentar el dolor momentáneo que puede acarrear el desapego, con el fin de alcanzar una mayor libertad emocional y personal. Riso nos muestra la importancia y la relevancia de aprender a soltar aquello que nos causa daño o nos impide crecer, reconociendo que el desapego no significa renunciar al amor, sino liberarnos de las cadenas emocionales que nos restringen y nos limitan.