El origen del mal en la mitopoiesis nórdica

Yesenia SampayoHace 4 meses9538 min

La maldad o el mal, ese enigma que ha atormentado de alguna manera a la humanidad a lo largo de la historia, surge particularmente en los momentos de profundo dolor e impotencia, cuando la crueldad humana parece no tener explicación. Podemos decir que este misterio ha sido abordado por diversas religiones a lo largo de la historia. Y estas religiones, a través del tiempo, han tenido por constante la presencia de uno o varios seres, sean estos dioses, semidioses o figuras sobrenaturales, que se contraponen al Dios principal. Esto simplemente deja ver que el mal ha afectado a todos los lugares, tiempos y la vida de todos los seres humanos. Esto genera la pregunta siempre vigente: ¿Cómo y por qué se origina el mal? La respuesta a esta pregunta no es sencilla y tiene variedad de aristas que hacen compleja su respuesta, sin embargo, los diferentes mitos que se han tejido alrededor de las culturas a lo largo del tiempo pueden dar respuesta a sus inicios. Aunque no es tarea sencilla definir qué es un mito, se puede decir que los mitos narran la historia de los actos fabulosos y ficticios de los dioses de un pasado remoto.[1] Sin embargo, no se puede reducir meramente a una colección de historias. Es menester recordar que la mitología era el modo en que una sociedad entendía y explicaba su realidad.[2]Por tal motivo, se puede decir que el mito es considerado una de las más grandes y antiguas fuerzas de la civilización. La mitología nórdica, al igual que las diferentes mitologías, contiene creencias hechas a medida, adaptadas a sus peculiaridades y a la forma de ser de sus gentes.

El mal en la mitología nórdica

Según la mitología nórdica, en el principio de todo, solo existían Nifelheim, tierra al norte del golfo, llena de oscuridad y frío nebuloso;[3] Muspelheim, tierra al sur, casa luminosa del calor y de la luz;[4] y Ginnungapgup (también llamado Ginnunga), el vacío entre Niflheim y Muspelheim,[5] descrito como un crepúsculo pacífico.[6] El encuentro entre las chispas de Muspelheim y el frío de Nifelheim dio origen a las primeras formas de vida. De este modo, nacieron el ogro Ymer y después la gigante vaca llamada Audhumbla. Ymer vivió de la leche de Audhumbla, y de su sudor nació una pareja de gigantes, y de sus pies un hijo. Ese fue el origen de los “gigantes de escarcha”, también llamados yotes.Audhumbla vivió lamiendo la escarcha en las rocas salobres, de donde surgió poco a poco el primer hombre, Bure, y de él descienden los dioses llamados asas.

La concepción del invierno, frío y calor en la mitología nórdica es algo que tiene que ver con el mal. Esto se ve representado en el hecho de que es solamente cuando el calor/fuego entra en contacto con el frío/hielo que se forma la vida, y también en el hecho de que cuando llegue el Ragnarok (día final), el mundo volverá a estar en frío porque el sol y el calor se irán. Según la profecía de este día, el crimen predominará en toda la tierra y aún el bien mismo será desterrado de esta con la muerte de Balder. Esto originará que el sol y la luna salgan huyendo y esa huida encuentre su final, y con esto la tierra se volverá fría y triste, y a su vez, el terrible invierno Fimbulvetr comenzará.

El dios nórdico es un ser que, a pesar de su poder, es alguien que tiene emociones como el miedo, que toma decisiones equivocadas, que es susceptible al mal, engaño y la misma muerte. Esto lo vemos todo reflejado a partir de la figura de Loki que es quien logra mostrar todas estas características de los dioses/ases. Sin embargo, también se encuentra a unos dioses que engañan, que sufren, que son violentos, etc., lo cual los hace merecedores del castigo y la muerte en el día del Ragnarok.

El origen y la identidad del mal en este mito, al igual que el origen y la identidad de Loki, son ambiguos. En la mitología nórdica, el mal era, de alguna manera, personificado por Loki.[7] Este personaje se podría definir como un embaucador, mentiroso, tramposo, etc., quien de alguna manera logra adentrarse al mundo de los dioses y lograr que ellos hagan lo que él quiere. Es interesante de este personaje que no permite que en ningún momento se haga un juicio de valor sobre sus acciones; no se le llama ni bueno ni malo, y esto de cierta forma permite que quien se encuentre con él defina quién es él.

El hecho de que Loki no sea considerado en sí un dios y no se tenga claro realmente qué era él, permite reconocer que el “mal” representado en Loki, puede moverse en todas las direcciones. Las acciones de este personaje son personales; sin embargo, siempre tienen un impacto trágico o infortunado en algún “otro”. Es importante señalar que el personaje de Loki es un ser cuya naturaleza es engañar y, con la unión de Angrboda la “mensajera del dolor”, potencializa la maldad de sus acciones. Sin embargo, el mal en esta mitología nórdica es proveniente de los dioses, ya que son ellos los que no se resisten y se dejan llevar por sus consejos de este perspicaz personaje, y permiten que él los envuelva en diversas dificultades de las cuales solo pueden salir con el sacrificio o muerte de la virtud o la paz.[8] Cuando los dioses se dan cuenta de que Loki es realmente alguien malvado, es demasiado tarde; sin embargo, deciden desterrarlo al mundo de los hombres, donde ellos siguen el ejemplo de los dioses y se dejan corromper.[9]

Pero, ¿qué pasa con el mal en la guerra? La guerra es un tema relevante en la mitología nórdica, y esto es así porque al leer estos poemas, se puede ver que hay demasiados dioses que representan la guerra y la gran importancia que se les da a estos. Entre estos dioses se puede ver a Thor, Odín, la misma Freya, etc. Cada lugar tiene creencias que están hechas a su medida y que muestran su cosmovisión del mundo, de la divinidad y del hombre. Los dioses de Asgard, así como las diferentes criaturas que poblaban los Nueve Reinos, en donde los pueblos vikingos dieron vida a un panteón completo, justificaban tanto el duro clima al que debían hacer frente como su forma de vida caracterizada por el ardor guerrero.

La importancia que tuvieron para los pueblos nórdicos las expediciones de saqueo hizo, de alguna manera, que el morir en combate y demostrar valor se viese como algo positivo, ya que quienes caían probando su valor eran recibidos por los dioses para beber, comer en el “Valhalla[10] y luchar por la eternidad. Por tal motivo, la importancia de Odín (dios de la guerra, la muerte, la sabiduría o la magia) y Thor como un dios de la guerra y que invitaba a ir a la misma con valentía era demasiado venerada. La creación del mismo mundo es ocasionada a través de la violencia y la muerte de Ymer.

Esta realidad deja una fuerte posibilidad de que el lector exclamé, entonces, ¡Nadie está exento! Los mismos dioses son ocasionadores del mal dentro de la mitología nórdica. Cuando surge la profecía del Ragnarok, tanto Odín como Frigg, su esposa, hacen todo lo posible para evitar que esto suceda; sin embargo, se encuentran con que todas las decisiones que están tomando los llevan hacia ese día final. Los dioses no están libres de culpa en el origen y la extensión del mal, por eso en el día final ellos también pagarán las consecuencias de sus decisiones.[11]

Cuando se habla del mal entre los hombres en la mitología nórdica, en ningún momento a estos se les culpa por el origen del mismo. Los seres humanos, aunque no son absueltos de culpa, se tienen como seres que son dependientes de las decisiones de los dioses. Con la creación de Ask y Embla por parte de Odín y sus hermanos (Ve y Vil), se logra ver que, al ellos tener parte de la esencia de los dioses, toman las mismas decisiones fatales que sus creadores con respecto a Loki, permitiendo que este logre perturbar sus vidas, y con esto, entre el mal.

La pregunta que surge en referencia al bien y el mal en la mitología nórdica es: ¿en qué se parecen los ideales al concepto del bien? Es interesante que la vivencia del bien representado en el personaje de Balder sea algo tan vulnerable. Este dios era hijo de Frigg y Odín, era el más hermoso y puro en todo Asgard, y a su vez, era considerado el dios de la paz, la luz, la naturaleza y la belleza en general.[12] Sin embargo, con su muerte se logra entender la vulnerabilidad y la fragilidad que tenía la concepción del bien en la tradición nórdica. Mientras que el mal, representado en Loki, es algo que tiene la habilidad y la fuerza suficiente para lograr hacer que los dioses se sientan intimidados por él.[13]

El día del Ragnarök[14] se presenta como la solución al mal: la muerte de los dioses. Esta batalla final en la que los Aesir y sus ejércitos lucharán contra gigantes, demonios y todo tipo de criaturas es la culminación de todo lo bueno en el mundo, pero también trae consigo la esperanza escatológica de un mundo mejor sin los dioses que han tomado malas elecciones.[15] Los dioses como Odín, Frigg y sus aliados, a lo largo de la historia contada en la mitología nórdica, están intentando evitar que la profecía de la destrucción final se cumpla. Sin embargo, al final Odín se da cuenta de que todas sus decisiones y acciones los llevaron al cumplimiento de la profecía, porque dejaron de lado la virtud y la paz.

La esperanza escatológica que presenta el Ragnarök es, que después de toda esta devastadora violencia y oscuridad, habrá un nuevo renacer. Hay investigadores, tales como Mircea Eliade y Rudolph Simek, que otorgan una visión diferente al Ragnarök.[16] Este evento no marca el final de una historia, sino que marca el fin de un ciclo. Tras la destrucción, llega la creación. Un nuevo mundo se erigirá, con nuevos dioses, con nueva vida. En esta misma línea, se puede decir, que la traducción como Ragnarök, “el crepúsculo de los dioses”, cobraría el sentido de una muerte, un período de oscuridad, pero también un amanecer. Por ello, no sería correcto relacionarlo con un apocalipsis. Es la destrucción y el renacimiento del cosmos.[17] Con todo esto, la mitología nórdica se ve representada con el hecho de que el mal termina con la eliminación de lo antes mencionado, sus dioses, hombres y criaturas; y solo quedando aquellas que han vivido con virtud y bondad.

Adicionalmente, se puede decir que el origen del mal en la mitología nórdica, al igual que los personajes de Odín y Loki, no tiene un principio e identidad claros. Tanto Odín como Loki son dos caras de una misma moneda, lo que hace que el mal sea de alguna manera originado por los mismos dioses. Al igual que en esta mitología, en la Biblia también se tiene algo reconocido como el día del Señor, donde serán juzgados todos los seres humanos, algo muy similar a lo que pasa en el Ragnarok. Sin embargo, nos encontramos con la diferencia de que, en el Ragnarok, los dioses también serán juzgados; sin embargo, el Dios judeocristiano es quien juzga el mal, porque él mismo es la fuente de la bondad. En esta cosmogonía y teogonía nórdica se puede decir que el mal tiene un origen implícito en los dioses, ya que ninguno está libre de culpa ante este. La muerte y la guerra son elementos importantes a la hora de reconocer el mal en estos personajes; sin embargo, la misma mitología no los juzga como malos.

El problema del mal va a representar para cualquier persona con un mínimo de curiosidad un sinfín de preguntas, ya que las respuestas ante este nunca son sencillas. En este relato se puede ver cómo las decisiones más pequeñas por parte de los dioses ocasionan sufrimiento, muerte, violencia y el mismo mal para tantas personas. Esta mitopoiesis permite ver que, en todas las culturas primitivas y hasta la actualidad, el ser humano se ha pensado el problema del mal, su origen y fin, y ha buscado formas para explicarlo.

En conclusión, es necesario indicar que el mal en la mitología nórdica se presenta no como un principio fijo o un agente externo al cosmos, sino como una fuerza intrínseca, ligada a la misma naturaleza de los dioses y sus decisiones. Como podemos ver, a través de las figuras de Loki y los eventos de Ragnarok, el mal no es algo simplemente foráneo, sino que se encuentra reflejado en las contradicciones de los mismos dioses y nace de la esencia misma de ellos. Las acciones y aun las omisiones de los dioses son lo que da pie a la destrucción y al caos; por tal motivo, se podría hablar en sí de que, al igual que otras tradiciones, el mal aquí no es algo unilateral ni estático, sino un proceso dinámico, que se encuentra relacionado con las decisiones humanas y divinas. La mitopoiesis nórdica nos invita a reflexionar sobre la ambigüedad moral, haciéndonos recordar que, en última instancia, las fronteras entre el bien y el mal son difusas y están sujetas a las complejidades de las decisiones y consecuencias. Por tal motivo, se podría decir que es un llamado a la reflexión sobre nuestras acciones, tanto individuales como colectivas, ya que estas pueden estar contribuyendo al sufrimiento o a la regeneración del mundo, en un ciclo interminable de destrucción.

Loki, dios del caos de la mitopoiesis nórdica

Bibliografía

  • Eliade, Mircea. Dioses, diosas y mitos de la creación: de los primitivos al zen, trad. de Diana Rocco y Eduardo Míguez vol.1 Barcelona: Megápolis,1977.
  • Eizaguirre, Imanol. Mitología Documentation, 2012. https://media.readthedocs.org/pdf/ mitologias/latest/mitologias.pdf.
  • Baumann. & Conde, C. Mitos nórdicos. Barcelona: Destino, 2017.
  • Mackenzie, Donald Alexander. Teutones, Mitos y leyendas. España: Studio Editions, 1996.
  • Mosquera Brand, Fernando Abilio. “Una mirada mitopoiética al problema del mal”. Ventana Teológica 8, n°11 (2017): 32-47.
  • Piccardo, Horacio R. Aión, Jronos, Kairós: Aprovechando las oportunidades, gobernando el tiempo, disfrutando la eternidad, 1.a ed. Buenos Aires: Kerux Editorial, 2015.

Pie de página

Leer pie de página

    [1] Mircea Eliade, Dioses, diosas y mitos de la creación: de los primitivos al zen, trad. de Diana Rocco y Eduardo Míguez vol.1 (Barcelona: Megápolis,1977), 73.

    [2] Horacio R. Piccardo, Aión, Jronos, Kairós: Aprovechando las oportunidades, gobernando el tiempo, disfrutando la eternidad, 1.a ed. (Buenos Aires: Kerux Editorial, 2015), 9.

    [3] Donald Alexander Mackenzie, Teutones, Mitos y leyendas (España: Studio Editions, 1996), 11.

    [4] Mackenzie, Teutones, 11.

    [5] Aguirre Imanol, Mitología Documentation, Release 1.0 (2012), 4.

    [6] Mackenzie, Teutones, 12.

    [7] Imanol Eizaguirre,Mitología Documentation, 2012, 63.

    [8]Imanol Eizaguirre,Mitología Documentation, 2012, 58.

    [9] Imanol Eizaguirre,Mitología Documentation, 2012, 58.

    [10] En la mitología nórdica, Valhalla ​ es un enorme y majestuoso salón ubicado en la ciudad de Asgard gobernada por Odín.​ La mitad de los muertos en combate son elegidos por Odín y viajan al Valhalla guiados por las valquirias, mientras que la otra mitad van al Fólkvangr de la diosa Freyja. cf. https://es.m.wikipedia.org/wiki/Valhalla

    [11] Fernando Abilio Mosquera Brand, “Una mirada mitopoiética al problema del mal”. Ventana Teológica 8, n°11 (2017):37.

    [12] Mircea Eliade, Dioses, diosas y mitos de la creación: de los primitivos al zen, 75.

    [13] Mircea Eliade, Dioses, diosas y mitos de la creación: de los primitivos al zen, 76.

    [14] La palabra Ragnarök puede traducirse como “destino fatal” o “destino de los dioses”. cf.

    [15] Aranzazu Serrano Lorenzo, Ragnarök o el ocaso de los dioses: mitos nórdicos (Barcelona: Gredos, 2019), 52.

    [16] Mircea Eliade, Dioses, diosas y mitos de la creación: de los primitivos al zen, 92.

    [17] N. Gaiman & C, Conde, Mitos nórdicos (Barcelona: Destino, 2017), 12.

Yesenia Sampayo

Abogada penalista y especialista en Derecho Penal Humanitario. Teóloga de vocación, docente de Ética y Derechos Humanos en Medellín, Colombia. Justicia, humanidad y reflexión en cada palabra.