A los 93 años, falleció Gumercindo Atencia Ramírez, el maestro que dedicó su vida a llenar de melodía y cultura los rincones de Huánuco y del Perú entero. Su partida deja un profundo vacío, pero también un legado invaluable que seguirá vivo a través de sus composiciones y de las generaciones de músicos que formó con pasión y entrega.

Este 7 de octubre, en horas de la tarde en la serenidad de Huánuco, falleció Gumercindo Atencia Ramírez. Músico, compositor y maestro, dedicó toda su vida a engrandecer la música de los “Pata Amarilla”. Su partida deja una enorme pérdida en la música huanuqueña, pero su tierra se hace acreedor de un gran legado musical.
Un talento innato que floreció desde la niñez
Desde niño, Gumercindo mostró que la música corría por sus venas. A los 10 años ya dominaba la guitarra con una habilidad que asombraba a quienes lo escuchaban. Y a los 19 años, con apenas la juventud de su lado, se presentó en el emblemático Teatro Segura de Lima, dejando claro que su arte no conocía fronteras. Su virtuosismo lo llevó a tocar en las más importantes emisoras del país, como Radio Nacional y Radio América, poniendo a Huánuco en el mapa musical del Perú.
Una vida dedicada a crear y enseñar
Pero Gumercindo no solo fue un intérprete excepcional, también fue un gran compositor. Entre sus obras más queridas están canciones que tocan el alma de quienes las escuchan: «Adiós Cariño», «Sueño de Amor», «Democracia», y la inolvidable «Linda Huanuqueña». Su música, cargada de amor por su tierra, de nostalgia por sus paisajes y de pasión por sus raíces, seguirá resonando en cada rincón de Huánuco. Además, es autor del Himno al Rimac, Huancayo y otras ciudades.
A lo largo de su vida, fundó varios centros musicales que se convirtieron en el hogar de innumerables talentos. El Centro Musical Enrique L. Vega (1949), el Centro Musical Melodía Huanuqueña (1972), y el Centro Musical Huánuco (1982) fueron sus obras maestras en el ámbito educativo. Estos espacios no solo formaron músicos, sino que fueron cuna de la música tradicional huanuqueña, preservando y difundiendo nuestra herencia cultural.
El maestro que moldeó generaciones
Como educador, Gumercindo dejó una huella profunda. Desde su posición como director y profesor en la Escuela Regional de Música y en el Instituto Superior de Música Daniel Alomía Robles, fue mentor de decenas de jóvenes que encontraron en él no solo un maestro, sino un ejemplo de humildad, dedicación y amor por el arte. Sus enseñanzas y su sabiduría quedarán en las manos y corazones de aquellos a quienes formó.
Un legado que trasciende el tiempo
La obra de Gumercindo Atencia Ramírez no pasó desapercibida. A lo largo de los años, fue reconocido en múltiples ocasiones por su enorme contribución a la música y la cultura de Huánuco. En 2012, 2014 y 2024, el Congreso de la República del Perú le rindió homenajes por su trayectoria. Asimismo, la Dirección Desconcentrada de Cultura y varias municipalidades lo reconocieron como un pilar fundamental en la preservación de la identidad cultural de la región.
Hoy Huánuco llora, pero también agradece
La partida de Gumercindo Atencia ha dejado a Huánuco de luto, pero su legado es eterno. Cada acorde de guitarra, cada letra que escribió, cada alumno que formó, es un tributo a su vida. Hoy, el silencio en las cuerdas de su guitarra resuena con más fuerza, recordándonos que la música es inmortal y que, aunque sus manos ya no la toquen, sus melodías seguirán siendo el alma de nuestra tierra.