

Diana Donnarumma en el día de su boda invitó a Daniel Donnelly, padre de la joven Heather Donnelly, quien hace unos años perdió la vida en un accidente automovilístico, situación que permitió que Diana sea la beneficiaría de la donación y esté viva, por lo que en el día que contrajo nupcias, en agradecimiento invitó al padre de esta.
Diana Donnarumma, una neoyorquina de 28 años ha podido continuar con su vida, gracias a que una joven que murió en un accidente, llamada Heather Donnelly, le donara sus órganos. Por eso en el día de su boda y en agradecimiento por el gesto que le permitió seguir viviendo, invitó al señor Daniel Donnelly a su boda. Muy emocionada Diana señaló que “Se sentía honrado de acompañarme (…) Yo le dije que el espíritu de Heather estaba ahí con nosotros”.
La joven Diana, tuvo un problema gastrointestinal que le hizo casi imposible que sus procesos digestivos funcionaran de forma normal. Luego de mucho tiempo con asistencia médica para llevar adelante su nutrición, Diana recibió un transplante de parte de otra joven, Heather Donelly.

Heather Donnely falleció en un accidente y su familia de inmediato cumplió su deseo de que sus órganos fueran donados. Ese hecho permitió que la condición de salud de Diana mejore rápidamente, por lo que se contactó con la familia de Heather para agradecerles por el gesto. Así, conoció a Daniel, el padre de la joven, quien le contó sobre cada aspecto de la vida de su hija.
Como Daniel Donnelly nunca tuvo la oportunidad de ver a su hija en el altar, Diana decidió que él junto a su padre biológico, Glen Donnarumma, la acompañarían en el día de su matrimonio con su novio Conlan Kreher.

“Antes de caminar por el pasillo con Daniel, sentí mariposas en el estómago. Cuando me vio por primera vez con mi vestido de novia, lloró. Una vez que lo vi llorar, comencé a llorar. Extraña mucho a Heather y lucha con el dolor de su ausencia“.
Mencionó Diana Donnarumma
Según agregó ella, Daniel le dijo que “se sentía honrado de acompañarme al altar y que ahora está muy feliz de tener otra hija. Yo le dije que el espíritu de Heather estaba ahí con nosotros“.
“Espero que la gente pueda darse cuenta del poder de la donación de órganos. Sin la decisión de Heather, no estaría aquí hoy. La muerte es una tragedia, pero el trasplante es una luz de belleza en medio de esa tragedia“, concluyó.
