¿Por qué el electo Presidente de Brasil, Lula da Silva no tiene un dedo?

Tras la victoria de Lula da Silva en las elecciones presidenciales de Brasil, una llamativa fotografía compartida en Twitter se volvió tendencia, en la fotografía se observa posarse sobre la bandera de su país, la mano de Lula solamente con solamente cuatro dedos. Esta situación tiene todo una historia que data desde hace más de 6 décadas.
Heraldo 21Hace 2 años115 min

Tras la victoria de Lula da Silva en las elecciones presidenciales de Brasil, una llamativa fotografía compartida en Twitter se volvió tendencia. En la fotografía se observa posarse sobre la bandera de su país, la mano de Lula solamente con cuatro dedos. Esta situación tiene todo una historia que data desde hace más de 6 décadas.

Luiz Inácio Lula da Silva, conocido en el ambiente político como Lula da Silva, pero para los amigos solamente es “Lula”, del Partido de los Trabajadores, acaba de vencer a Jair Bolsonaro en las elecciones presidenciales de Brasil. Este hombre de luchas, tiene historias que se pueden contarse con los dedos, inclusive el dedo que le falta tiene todo una historia. La imagen de esa mano posando sobre la bandera de Brasil se volvió tendencia. 

Para conocer dicha historia, debemos regresar al año 1962, un joven obrero que laboraba en una fábrica de producción de tornillos de Sao Paulo, mientras se encontraba en el torno mecánico, sufrió un accidente y esta máquina le aplastó el dedo. Ese joven desconocido en ese entonces, era Lula da Silva. Luego del accidente, fue al médico a las tres de la mañana, y según la propia versión del joven Lula, el médico lo miró a la cara y le dijo: “¿Para qué necesita 10 dedos un peoncito? Voy a quitártelo”, y así de fácil se lo quitó el muñón.

«El médico podría haberme dejado el muñón para rascarme la nariz, pero me lo quitó… Y ahora estoy aquí e incluso me considero portador de una discapacidad. Hoy lo llevo bien, pero pasé un año en el que iba avergonzado en el autobús. No quería que nadie viera mi dedo. Dejaba la mano metida en el bolsillo o la envolvía en una toalla. ¡Una bobada!», acota Lula da Silva.

Ahora toma con humor el hecho, pero reconoce que tuvo dificultades incluso para lavarse la cara, ya que al faltarle un dedo, el agua que transportaba con sus manos, no llegaba a su cara, y se le escurría, más agua por la parte en la que le falta el dedo. Esa situación no lo limitó y aprendió a vivir así, hoy esa anécdota es inclusive una historia de inspiración para muchas personas que por diversas situaciones sufren ese tipo de accidentes en el trabajo.

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