Ladrón de amores
Lo vengo comentando desde hace buen tiempo y creo que hoy tengo el panorama un poco más claro. Yo no estoy para amores de rutina ni para andar jugando a los compromisos; yo nací para lo furtivo, lo escurridizo y lo mudable; elijo mil veces cambiar de lugar a quedarme atestiguando cómo el amor se diluye entre mis dedos. Seré honesto, no he sabido querer y en mi vida pesará la etiqueta de mal novio y pésimo compañero de aventuras.