Felicidad intermitente
Sonreía, juro que lo hacía, pero jamás me imaginé que quien me generaba unos minutos de sonrisas, también podía ocasionarme días de lágrimas constantes.
Sonreía, juro que lo hacía, pero jamás me imaginé que quien me generaba unos minutos de sonrisas, también podía ocasionarme días de lágrimas constantes.
Mi amor:He dejado pasar un tiempo prudente desde nuestro alejamiento para repasar los sucesos que acontecieron entre nosotros desde una perspectiva algo más objetiva; sé (sabemos), que el hilo que tejíamos se rompió de mi lado y que soy el cobarde que decidió tirar la toalla antes de tratar los reumas y achaques que agrietan toda relación.
“La vida es tan distinta cuando cada paso es una despedida”, es una frase perteneciente al escritor argentino, Ernesto Sábato, en su sublime mensaje esconde una profunda verdad de lo que significa la convivencia diaria de la humanidad.
La primera, es sencillo de identificar, porque se da en el momento del daño o perjuicio, pero la segunda es más difícil, porque muchas veces se da de manera sutil, y viene de quienes deben brindarte la ayuda necesaria, o de la sociedad que está acostumbrada a mirar en los demás lo que fallan en si mismos.
¿Hasta cuándo tendremos que tolerar esta situación? Las Iglesias callan, los pseudo intelectuales se hacen a los ciegos, los sacha poetas embriagados no ven la realidad. Algunos escritores en el cabaret del dinero, le han puesto un precio a la mentira que replican los grandes medios de desinformación. Actualmente todo es un cambalache en este país que nunca fue de todas las sangres...
Alguna vez alguien tan cercano, como la persona que amas y dice amarte, te alzó la voz, te gritó o te dijo palabras hirientes, tan hirientes que terminaste rompiendo en llanto y después preguntó: ¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras? Y cuando dijiste que llorabas por la forma en cómo te estaba tratando, terminó diciendo: “no te estoy haciendo nada”. Esta situación sucede incontables veces y terminas por creer que es normal y que no está pasando nada en la relación.
En mi experiencia he observado diferentes contratos de obra pública, en el marco de la Ley de Contrataciones del Estado y su Reglamento, que no llegan a cumplir su finalidad deseada, que es la de satisfacer una necesidad pública, por distintos motivos sustentadas en razones sólidas y otras en razones vagas.
Escribir es una cacería continua de palabras, tratando de plasmar el resultado de nuestra existencia; emociones distintas que pertenecen a nuestros días vividos.
Duele tener un país insensible por el sufrimiento del prójimo, lacera a la razón el hecho de tener compatriotas incendiarios que ordenan defender la democracia a punta de balazos...
La noche posterior al entierro de su madre, Lito llamó a mi puerta; tenía el rostro desencajado los ojos rojos y muy inflamados. Sentí pena por él y atendí con cierta amabilidad a su llamado.